Se ha escrito muchísimo sobre el llamado "Sun-Tzu" o "Arte de la Guerra" como un clásico de estrategia militar de actual aplicabilidad al mundo de los negocios y de la estrategia empresarial (véase por ejemplo "El Arte de la Guerra para Directivos" de Gerald Michaelson). Un aspecto muy recurrente de los muchos que se tratan en todas estas publicaciones, es la comparación del enemigo con la competencia directa externa, pero curiosamente, la mayoría de las veces, no hay que irse tan lejos para observar que los "mini campos de batalla" se suceden día tras otro, en nuestro entorno más cotidiano dentro de la propia compañía e incluso dentro de la propia área.
A lo largo de mi experiencia, he tenido la oportunidad de llevar a cabo proyectos para diferentes organizaciones, el desarrollo de los cuales, ha acontecido en el "campo de batalla" de sus áreas IT, eso sí, bajo un aparente clima de calma. Lo paradójico de esta situación y como sucede en todas las guerras, es que nunca produce vencedores, sino únicamente estancamiento y pérdida por igual.
Mi posición de observadora accidental en esta particular guerra IT encubierta, me ha permitido reflexionar sobre esta cuestión y sobre los posibles motivos que la fomentan, llegando a la conclusión que, salvando la predisposición tan humana al conflicto, son principalmente consecuencia de:
- Una carencia clara de estrategia, o bien de alineación entre la estrategia tecnológica y la corporativa de negocio de la organización, cuya primera implicación es la divergencia de directrices, objetivos y prioridades. Esto se traduce en la máxima: "a falta de criterio, el mío es el que vale".
- La consolidación del efecto "Reino de Taifas", cuyas características más destacadas son a mi modo de ver, por un lado, el establecimiento de "facciones" de poder que implican el posicionamiento de los integrantes de rango y por otro lado, una acentuada problemática de comunicación y coordinación entre "reinos" que impacta en el desarrollo normal de las actividades del área IT y por tanto, en el negocio.
- La inexistencia de la práctica del análisis de carácter iterativo (mejora continua) y en consecuencia, la resistencia como respuesta a la crítica y la oposición al cambio: "crítica vs fiscalización".
- Las propias aptitudes de liderazgo de sus componentes.
En resumen, estamos hablando de estrategia, trabajo en equipo, comunicación, metodología y liderazgo: ¡todo un clásico!.
Tomando como referencia el tratado de Sun-Tzu (capítulo 1) y salvando las distancias, estas problemáticas, analizadas bajo el prisma de los cinco fundamentos del arte de la estrategia, ponen de manifiesto que tanto éstas como cualquier otra proclive a la "guerra de guerrillas", no se rigen por criterios de gobierno y sin gobierno no hay victoria.
Como conclusión, y puesto que ya se ha escrito mucho sobre el tema, me quedo con esta reflexión:
Tomando como referencia el tratado de Sun-Tzu (capítulo 1) y salvando las distancias, estas problemáticas, analizadas bajo el prisma de los cinco fundamentos del arte de la estrategia, ponen de manifiesto que tanto éstas como cualquier otra proclive a la "guerra de guerrillas", no se rigen por criterios de gobierno y sin gobierno no hay victoria.
Como conclusión, y puesto que ya se ha escrito mucho sobre el tema, me quedo con esta reflexión:
Preveer una victoria que un hombre ordinario puede preveer, no es el espíritu de la excelencia. No importa si triunfas en la batalla y eres aclamado universalmente como "experto", pues levantar una hoja caída no requiere tener gran fuerza, distinguir entre el día y la noche no es prueba de gran visión, oír un trueno no es muestra de oído agudo.
(...)
Los que son expertos en la guerra cultivan sus políticas y se adhieren estrictamente a las reglas trazadas. De este modo, tienen en su poder el control de los acontecimientos.
(Sun-Tzu - El Arte de la Guerra, capítulo 4: Disposiciones)