martes, 21 de julio de 2009

¿La crisis 'obliga' al personal de TI a reinventarse?

Hace relativamente poco tiempo, leí este artículo que me llamó, especialmente, la atención por su título:

"La Crisis 'obliga' al personal de TI a reinventarse" (noticia publicada el pasado 10/03/2009 en http://www.idg.es/computerworld/noticia.asp?id=77363)

En él se exponían los siguientes puntos principales, cito textualmente:

(...) No hay duda de que las perspectivas del empleo dentro de la industria de TI son cada vez más negras. Las compañías están externalizando sus departamentos de TI, renovando sus plantillas y sustituyendo a veteranos del sector por mano de obra barata en un intento desesperado por reducir costes.

(...) Más que vaticinar el fin de la carrera del profesional especializado en TI, los analistas consideran que éste debe reinventarse, cambiar sus habilidades y combinar su conocimiento de la tecnología con su conocimiento sobre el negocio con el objetivo de poder salvaguardar su puesto del offshoring.

Dos reflexiones a lo que se expone en el artículo:
  • Premisa 1: la reinvención, la innovación en definitiva, es una cualidad del cambio, así como el talento para desarrollarla es una característica intrínsecamente humana.
Está claro que en épocas de crisis o en circunstancias adversas se agudiza el ingenio y por tanto, se es especialmente proclive a los que llamamos vulgarmente "estrujarse los sesos", pero la capacidad humana de reinventarse, de innovar es una característica que forma parte de nuestro género "Homo" desde los albores de la humanidad.

Dice E. Punset en su blog (http://www.eduardpunset.es/blog/?p=175) que la capacidad metafórica es el primer requisito del talento y que la especie humana lo desarrolló hace unos cincuenta mil años, y que "sin el ejercicio del poder metafórico o multidisciplinar no hay talento que valga".

(...) Durante mucho tiempo se creyó que el talento era el fruto de una reflexión. Nunca se habían analizado científicamente los mecanismos intuitivos. La intuición no se consideraba siquiera conocimiento. No te podías fiar de la intuición. Más tarde, el análisis científico demostró que gran parte de la historia de la evolución transcurrió a golpe de intuición.

(...) En los últimos años, la ciencia ha ido más lejos y ha llegado a la conclusión de que, en determinados casos, es mucho más segura la intuición que la razón. ¿Cuándo? Cuando no se dispone de toda la información necesaria (...).

Por tanto, y aunque lo favorezca, no hace falta necesariamente que haya crisis para reinventarse, sólo que haya cambio, y el cambio es recursivo. Estamos en continuo cambio. Ya lo dijo Heráclito: "todo fluye, nada permanece".

Cuando en el ámbito de los negocios el entorno es cambiante, los parámetros de competencia varían, la tecnología evoluciona ofreciendo nuevas posibilidades, surge la incertidumbre...y la intuición...que nos lleva a la innovación...que nos lleva al cambio...que nos lleva, en definitiva, a reorientar o modificar de forma estratégica, los procesos de negocio para garantizar mejor su adaptación.
  • Premisa 2: sin conocimiento no hay éxito
La aparición de la economía basada en el conocimiento supone que la capacidad de una empresa de crear valor ya no depende exclusivamente de su capacidad financiera y de producción. Se viene constatando desde hace algunos años que la información y el conocimiento son una fuente primordial para la creación de renta y de riqueza.

(...) La Gestión del Conocimiento surge en el nuevo escenario económico como la nueva visión con la que plantear la búsqueda de soluciones que contribuyan a modificar, adaptar o ajustar el entorno empresarial a la nueva realidad, cuyo principal y más claro atributo es la incertidumbre.

M. Fernández de Pinedo, "La Gestión del Conocimiento en el nuevo paradigma")

Nuevamente, ante un entorno de incertidumbre -que viene de la mano del cambio- el conocimiento se convierte en un factor fundamental para la adecuada gestión de la información que tratan los procesos de negocio.

El "know-how" no puede medirse, ni valorarse exclusivamente en términos de coste -barato frente a caro-. El conocimiento es capacitación, es saber identificar, evaluar, intuir, interpretar, medir, es en definitiva, valor añadido. Valor que aporta madurez a estos procesos de negocio y que predispone su adaptación al cambio, a la innovación.

Por este motivo, la reducción de los costes no debería buscarse en este sentido, sino que debería orientarse hacia una mayor optimización en el uso de los recursos, una mejora de la calidad de los procesos que generan productos finales y/o servicios con resultados más competitivos, o bien hacia la potenciación de los propios recursos humanos de TI (lo que se conoce como "empowerment") que permita precisamente, obtener ese valor añadido y esa efectividad resultado de su conocimiento y experiencia.

Por tanto, y bajo este prisma, la tendencia de abaratar costes en el contexto de las TI sustituyendo a "veteranos del sector por mano de obra barata" me parece, sin duda, un error.

En palabras de J. M. Viedma ("La Gestión del Conocimiento y del Capital Intelectual", 2001):
Tanto la gestión del capital intelectual como la gestión del conocimiento son de hecho la piedra angular del paradigma de empresa excelente o empresa triunfadora del siglo XXI.

Un dato significativo procedente de la presentación de resultados del informe 2009 de la Fundación para la Innovación Tecnológica -Fundación Cotec-:

Se confirma un descenso sobre la evolución y la capacidad del sistema español de innovación, rompiendo con la trayectoria de un crecimiento superior al 10% en los últimos años y pasando a unos niveles que no se apreciaban desde 2002.

¿Debemos atribuirlo únicamente a un problema de la crisis?