"El mundo se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va"
A. De Saint-Exupery
Tomar una decisión
no es algo simple ni trivial, en cambio es un acto que llevamos a cabo
prácticamente a diario. En la mayoría de
ocasiones se trata de decisiones de pequeño alcance e impacto, pero también
están aquellas otras cuyas implicaciones pueden determinar el futuro.
En general, tendemos
a buscar siempre aquella que permite obtener un mayor beneficio. La mejor
opción dentro de las posibles; pero para ello, es necesario que se produzca un
proceso de evaluación de alternativas. Este proceso, lejos de ser libre, está
condicionado por una serie de factores que limitan nuestra capacidad de
decisión:
- El contexto o situación (escenario).
- La información que se disponga para tomar la decisión (certidumbre o incertidumbre).
- La perspectiva personal (la forma en la que se comprende y enfoca la situación).
¿Cómo afrontar este
proceso de la forma más objetiva posible? Con método. La aproximación al proceso de decisión se puede afrontar de
una forma metódica, puesto que en realidad, no deja de ser una secuencia
lógica.
¿Cómo se puede llevar a cabo? En dos pasos:
- Identificando previamente:
- Cuál es el requisito o la necesidad que genera la toma de decisión.
- Qué alternativas posibles puedo considerar.
- Qué posibles escenarios pueden tener lugar.
- Aplicando técnicas de análisis que facilitan el proceso de decisión. Existen múltiples técnicas para ello: matriz de Kepner-Tregoe, análisis de coste-beneficio, análisis de Pareto, análisis de riesgo e impacto, etc. dependiendo del enfoque.
Puesto que suele ser frecuente que las
alternativas se conozcan de antemano, resultan muy útiles para ayudar en la
elección las dos técnicas que resumimos a continuación:
Los árboles
de decisión (valoración dinámica)
Esta técnica es
eficaz cuando se dispone de diferentes alternativas y la información de partida
no es suficiente (incertidumbre). Mediante el árbol de decisión se pretende
analizar las diferentes opciones y conocer los posibles escenarios resultantes,
para obtener así, una visión del riesgo que acompaña a cada una de ellas.
De forma muy breve,
el árbol se inicia con una primera decisión que se esquematiza como un
cuadrado. A partir de este punto, se desarrollan las alternativas que se van a
valorar, y para cada una de ellas, los resultados posibles. Si el resultado es
incierto se expresará con un círculo. Si el resultado de una decisión es otra
decisión, se dibujará un nuevo cuadrado a partir del cual, se desarrollará el
nuevo flujo de alternativas.
Una vez trazado el
árbol, es el momento de realizar la evaluación que nos permitirá tomar la
decisión. Para ello es necesario asignar diferentes valores: en primer lugar,
el valor que daremos a cada resultado en función del posible impacto previsto
si se da dicho escenario (este valor puede ser por ejemplo cuantitativo €), y
en segundo lugar, un valor de probabilidad de ocurrencia a cada círculo de
incertidumbre (el valor del círculo debe ser igual al 100% o 1 si se utilizan
fracciones). Los resultados finales corresponderán a las interacciones entre
las alternativas de decisión y los escenarios considerados.
Grid Analysis o análisis de parrilla (valoración
multifactorial)
En esta modalidad
de análisis no existe una opción preferente sino que se dispone de diferentes
factores a considerar. El método, en este caso, consiste en asignar “pesos” en
función de la importancia relativa que dichos factores tienen para nosotros.
Las opciones a
valorar se listarán en la izquierda del cuadrante, mientras que los factores
que se van a considerar, en la parte superior. Cada opción deberá ser puntuada
en función de su importancia, a partir de una escala de valores donde 0
equivale a “insignificante” y 5 a “muy importante”.
Puesto que la
importancia de cada factor puede ser diferencial a la hora de tomar la decisión
final, se aplicarán pesos relativos a cada uno de ellos. Las puntuaciones de
cada opción se multiplicarán por el “peso” del factor considerado en cada caso,
obteniéndose valores determinados por opción y factor.
Los resultados se
sumarán para obtener un valor total por opción. Aquella que obtenga el valor
mayor será la mejor opción.
Aunque aquí sólo
hemos visto dos técnicas y muy esquemáticamente, si deseas profundizar en el
proceso de toma de decisiones, o en la propia teoría de la decisión, puedes
encontrar actualmente muchas referencias procedentes de diferentes ámbitos –principalmente
de la psicología y la gestión de empresa-, te dejamos aquí algunas de ellas:
- A. Cañabate (1997) – Toma de decisiones: análisis y entorno organizativo. Ediciones UPC.
- R. L. Keeney (1994) – Creativity in decision Making with value-focused thinking. Sloan Management Review; Summer 1994; 35, 4; ABI/INFORM Global, pag. 33.
- T. Batley (1992) – Técnicas de gestión para profesionales. Ediciones Granica S.A.
- E. De Bono (1985) Six Thinking Hats: An Essential Approach to Business Management (disponible en español)
2 comentarios:
Las decisiones que impactan en la calidad incluyendo las de TI, pueden ser basadas con un análisi previo de la información, apoyado de las herramientas que mencionas y de algunas otras como son:
Gráfico de dispersión: Gráficos de datos numéricos con dos variables, una variable en cada eje, en busca de una relación.
Diagrama de Causa y Efecto: (también llamado de Ishikawa o diagrama de espina de pescado), identifica muchas causas posibles para un efecto o problema, y clasifica ideas en categorías útiles.
Diagrama de Pareto: Muestra en un gráfico de barras que factores son más importantes. Se trata de un histograma, ordenado, pero se centra en la separación en los datos.
Y así lograr un verdadero entendimiento y análisis del problema raíz y sus causas.
Debemos considerar que las herramientas estadísticas deben de ser complementarias y no sujetas a un estandar fijo como independientes para la toma de decisiones, ya que consideran márgenes de error, algo que no sucede con las ciencias exactas. Pero que si nos apoyan para darnos un panorama general de los fenómenos o factores que se están evaluando, normalmente para el diagnóstico, el control o la nueva implementación de medidas de monitoreo que nos permitan garantizar la calidad de las Tecnologías implementadas. Por último, independientemente de la herramienta utilizada, al final quién toma las decisiones somos nosotros, por lo que gracias a esto ya tendremos un panorama más certero para evitar basar una decisión únicamente por la experiencia o por suerte.
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