Parto de una premisa que
consiste en considerar que el coste de TI está directamente relacionado con la
gestión de TI, de manera que una buena gestión puede permitirnos reducir los
costes del departamento.
En este sentido, el
primer paso para reducir costes es entender qué es lo que tenemos.
- ¿Tenemos alguna manera de evaluar adecuadamente los contratos con terceros?
- ¿Tenemos alguna manera de evaluar si es interesante consolidar dichos contratos, adecuar los niveles de servicio u obtener mejores precios?
- ¿Usamos todo el software que tenemos licenciado?
- ¿Necesitamos todas las aplicaciones que tenemos instaladas?
- ¿Es relativamente fácil detectar y retirar activos obsoletos que pueden suponer costes de licenciamiento y soporte elevados?
Para poder responder a estas preguntas es necesario disponer de un sistema eficaz de control que garantice un correcto
seguimiento del ciclo de vida de los activos de TI y sus servicios relacionados
(instalación, soporte, mantenimiento…) que permita aumentar el control
financiero y operativo.
Gracias a una correcta
gestión de activos podremos, entre otras cosas:
- Realizar el seguimiento de los costes totales: costes directos asociados a los costes de adquisición y arrendamiento. Costes indirectos asociados a la instalación, mantenimiento, actualizaciones, gestión de cambios, etc.
- Gestionar las licencias de software.
- Gestionar el ciclo de contratación (solicitudes, pedidos, recibos).
- Gestionar los contratos.
- Gestionar las finanzas (presupuestos, centros de coste, cargos).
- Gestionar la obsolescencia (terminación, datos de limpieza y eliminación...)
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