- Por un lado aumenta, cada vez más, la dependencia del negocio de las TI. Cada vez hay más servicios críticos, mayor demanda de nuevas tecnologías, el usuario recibe servicios aparentemente similares a un precio inferior, la organización se extiende a clientes, proveedores, etc.
- Por otro lado, la difícil situación económica exige al responsable de TI reducir los costes a la vez que se mantiene o incluso mejora la calidad de los servicios de TI.
Ante la pregunta ¿Cómo podemos
reducir los costes de TI?, se impone la respuesta obvia: conociendo los costes
de TI.
Es, por tanto, URGENTE identificar,
calcular y gestionar los costes asociados a los servicios de TI de tal manera
que se haga una gestión rentable de los activos y recursos de TI usados en la
provisión y soporte de dichos servicios.
Para ello, es necesario disponer de
los mecanismos y de las herramientas que permitan al gestor de TI “controlar la
infraestructura” y “medir a las personas…y proveedores”.
Dicho control y medición debe ir
dirigido a los siguientes 3 ámbitos: gestión de activos, gestión de los
servicios y gestión de los proyectos de TI.
La gestión de activos nos permite
responder a las siguientes preguntas: ¿Qué tenemos?, ¿dónde está?, ¿Cuánto nos
está costando?, ¿tiene mantenimiento?, ¿se debería actualizar?, ¿está
funcionando correctamente?, ¿qué servicio o proceso de negocio soporta?, etc.
El 80% del presupuesto en TI, según Pinkelephant, se dedica a la operativa diaria. Parece claro que una gestión más
eficiente y eficaz de las operaciones de TI a través de la introducción de una
serie de actividades, estructuradas como procesos o no, en función del tamaño
del departamento de TI, nos tiene que ayudar a reducir dicho presupuesto. Hablamos
de gestión de incidencias, problemas, configuración (la gestión de activos es
un subconjunto), cambios, etc.
El 70% de los proyectos de TI no
cumplen objetivos de plazos, coste y calidad según Gartner. Es imprescindible
una correcta planificación que tenga en cuenta todas las dimensiones del
proyecto, así como un adecuado seguimiento y control que nos permita detectar y
reaccionar ante desviaciones en los costes.
Por último, si bien el coste es
imprescindible a la hora de definir el servicio, de cara a establecer
comparaciones con otro tipo de servicios externos al departamento de TI, es
necesario añadir dos características más: garantía y utilidad. Si no lo hacemos
así, corremos el riesgo de estar comparando peras con manzanas.
Insisto, elijamos
aquella aproximación que se adecúe más a nuestras necesidades pero abordémoslo
con urgencia si no queremos que sean otros departamentos y unidades de la
organización los que elijan por nosotros el camino a seguir.
1 comentario:
Como bien lo mencionas, en la actualidad las empresas invierten cada vez mayores recursos en el desarrollo y mantenimiento de las TI, sin embargo muchas veces el beneficio se queda corto en comparación del costo.
Considero que los costes del desarrollo y mantenimiento de las TI se pueden reducir en gran medida con: Comunicación efectiva y Empatía.
Comunicación efectiva para que desde el inicio sean claras las necesidades y en sinergia los involucrados generen la solución óptima. Sin duda se puede ahorrar gran cantidad de recursos con el correcto planteamiento de la problemática, basado en un análisis de raíz.
Empatía de los profesionales de TI hacia los usuarios finales, es decir, ponerse en los zapatos del otro y lograr comprender sus necesidades y proponer soluciones efectivas.
Concluyo que la gestión y la parte de habilidades duras en los proyectos son imprescindibles pero no se debe olvidar las habilidades suaves que logran la conexión entre la idea y la implementación.
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